Obama afirma que va contra los intereses nacionales dejar sufrir al pueblo libio una masacre a manos de Gadafi, porque las consecuencias habrían resonado “manchado la conciencia del mundo”.
“Me negué a permitir que eso ocurriera”, dijo Obama en un discurso televisado a todo el país el 28 de marzo. “Y esta noche, puedo informarles de que hemos parado el mortífero avance de Gadafi”.
Obama pronunció el discurso, para explicar al pueblo estadounidense y al mundo las razones por las que actuó con una coalición internacional para utilizar la fuerza militar contra las fuerzas del régimen de Gadafi, que había empezado a atacar a civiles por manifestarse contra el régimen. Los libios empezaron a pedir libertades y un nuevo gobierno que respondiera a sus necesidades.
Obama dijo que no ha actuado solo al emprender acción militar, sino que se le ha unido una coalición internacional en aumento que incluye a varios miembros de la OTAN de Europa y a socios árabes como Qatar y los Emiratos Árabes Unidos. Obama dijo que en un período de un mes, ha trabajado con socios internacionales para crear una coalición de amplia base, asegurar el mandato internacional para proteger a los civiles libios, parar a un ejército que avanzaba, evitar una masacre y establecer una zona de exclusión aérea.
Cuando Estados Unidos comenzó esta iniciativa, prometió al pueblo estadounidense que el papel de Estados Unidos sería limitado y que no habría tropas de tierra en Libia. También dijo que Estados Unidos transferiría el mando de la coalición tan pronto como resultara práctico.
“Estados Unidos desempeñará un papel secundario, lo que incluye dar apoyo de inteligencia, apoyo logístico, asistencia en búsquedas y rescates, y capacidades para atascar las comunicaciones del régimen”.
Obama dijo que la coalición sólo emprendió actuaciones el 19 de marzo cuando todos los esfuerzos para terminar con la violencia sin emplear el uso de la fuerza fracasaron. Dijo que la comunidad internacional ofreció a Gadafi una oportunidad final de parar su mortífera campaña o enfrentarse a las consecuencias.
“Acordaron que Gadafi ha perdido toda legitimidad para gobernar y que debe abandonar el poder, y que el pueblo libio debe tener el espacio político para determinar su propio futuro”, indica la declaración de la Casa Blanca.